Como jinete, es importante tener un asiento libre, equilibrado y relajado para poder conectar bien con el caballo y dirigirlo correctamente. Por desgracia, a veces ocurre que se forman obstrucciones en el asiento que interrumpen esta conexión y pueden provocar problemas en la conducción. ¿Qué son esos bloqueos y cómo pueden resolverse?
Los bloqueos en el asiento pueden ser físicos o mentales y afectar a distintas zonas del cuerpo. A menudo es la tensión en la zona pélvica, en el bajo vientre o en la espalda lo que hace que el jinete ya no pueda sentarse con soltura y equilibrio en el asiento. Los bloqueos mentales, como el miedo o la falta de confianza en uno mismo, también pueden interferir con el asiento y hacer que el jinete se ponga tenso o inestable en la silla. Es importante reconocer y tratar los bloqueos en el asiento en una fase temprana para evitar problemas a largo plazo en la conducción. Sin embargo, con un entrenamiento específico y ayuda profesional, estos bloqueos pueden eliminarse con éxito para que el jinete pueda volver a sentarse libre y equilibrado en la silla.
Existen varias formas de liberar los bloqueos en el asiento. En primer lugar, es importante identificar la causa de la obstrucción. Los bloqueos físicos pueden tratarse, por ejemplo, estirando o reforzando determinados grupos musculares. Un fisioterapeuta u osteópata cualificado puede ayudar a identificar las causas exactas de los bloqueos y tratarlas específicamente.
He aquí algunos ejercicios que pueden ayudar a liberar bloqueos en el asiento:
Es importante que estos ejercicios se realicen bajo la supervisión de un profesor de equitación o terapeuta con experiencia para evitar lesiones y obtener el máximo beneficio de los ejercicios. También puede ser útil consultar a un fisioterapeuta u osteópata cualificado para tratar específicamente las necesidades individuales del ciclista.
También se pueden trabajar los bloqueos mentales en el asiento. En este caso puede ser útil trabajar con un psicólogo deportivo o un terapeuta para identificar y trabajar las causas de la ansiedad o la falta de confianza en uno mismo. Entrenar la concentración y la relajación, por ejemplo mediante el yoga o la relajación muscular progresiva, también puede ayudar a mejorar el asiento.
También es importante dedicar tiempo conscientemente a comprobar y mejorar el propio ajuste. Para ello, puede ser útil que un instructor de equitación experimentado le observe y le corrija. Montar con regularidad en distintas disciplinas y con caballos diferentes también puede ayudar a mejorar el propio asiento y a liberar bloqueos.